Quizá te estás replanteando tu vida entera. Te entiendo y te puedo ayudar a que tomes la mejor de las decisiones.
Quizá sientes que ya no te reconoces y que estas muy alejado de tus valores por diversas circunstancias. Y eso te hace sufrir.
Quizá seas un artista o un cantante que no sabe si sacar su próximo disco o tirarse por la ventana.
Tal vez seas el dueño de un imperio y fantaseas con mandarlo todo a paseo para dedicarte a fotografiar las marmotas de los montes Apalaches.
O eres un deportista que piensa que si tiene un fallo en su trayectoria todo su sueño se va a desvanecer. Y con eso, todo su futuro y el de los que le quieren.
Me da igual.
Te puedo acompañar y ayudarte.
Pero no esperes a un gurú o un vendedor de libros. Para llegar aquí tengo a mis espaldas muchos años de preparación.
Soy un psicólogo tardío, me explico: muchos psicólogos acabaron jovencitos la carrera y se pusieron a trabajar en su pasión.
No te puedo decir que tengo decenas de años de experiencia tratando a personas porque a lo largo de mi vida estuve explorando otras enseñanzas y campos profesionales que me enriquecieron y que ahora me hacen comprender como nadie a los que en este mundo frenético y tras el éxito profesional, necesitan algo más que eso que ya encontraron.
Esta supuesta carencia la compensé con una intensa formación en los últimos años, que podrás comprobar en cualquier búsqueda que hagas, en Linkedin, por ejemplo.
Si eso te parece un obstáculo, en internet encontrarás muchos psicólogos que estarán encantados de ayudarte.
A través de muchos años (50 concretamente) busqué la trascendencia en la religión y desde ella intenté de corazón ayudar a las personas. La verdad es que acabé un tanto desencantado de ver cómo en cualquier grupo religioso, la búsqueda del poder y el dominio llega a sobreponerse a los principios más nobles.
A pesar de lo anterior, también tengo que decir que eso me ayudó a mejorar como persona, tuve una formación muy potente en cuanto a oratoria y llegué a destacar como conferenciante.
Estudié diversos campos del conocimiento por pura curiosidad. Disfruté mucho, pero en la psicología y el coaching encontré un medio para dar rienda suelta a mis deseos de ayudar a otros y desarrollar una carrera profesional interesante.
Por eso, ahora me siento a gusto y feliz de ayudar a deportistas, directivos o gente sencilla que entiende que le puedo ser de ayuda.
También tengo habitualmente intervenciones en diversos medios de comunicación.
Ahora, entre otras cosas, ejerzo como profesor universitario y me encanta.
Me han dicho que soy “el mejor psicólogo del mundo”.
Me han dado las gracias por ayudarles a conseguir metas que por sí solos, mis clientes no podrían conseguir.
Pero lo mejor de todo es que mi familia me dice que cuando vengo de estar con pacientes o clientes mi cara irradia felicidad. Si, no lo puedo disimular, este trabajo me gusta.
Me gusta tanto que a veces tengo que esforzarme por no empatizar demasiado y de esa manera ser vulnerable a la carga que puedas llevar. Eso no te ayudaría porque tengo que estar fuerte para darte mi mano y avanzar con fuerza, pero también te muestra que podemos conectar y crear una “alianza terapéutica” poderosa que te permita avanzar hacia donde quieres.
Y por si te lo estabas preguntando: soy psicólogo colegiado y coach.
Por aclarar malentendidos, el psicólogo es un profesional con carrera universitaria y en ocasiones con másters universitarios. En mi caso tres másters y varios títulos de experto universitario.
Y es que el coaching solo es una herramienta o técnica que pueden utilizar los psicólogos para ayudar a la gente.
¿Te pondrías en manos de un cirujano que solo sabe manejar una herramienta?
Por eso un psicólogo-coach tiene una capacitación muy superior a la de alguien que hizo un curso de unas semanas en coaching y que ahora quiere ejercer de coach intentando ayudar a otros.
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